domingo, 3 de enero de 2010

divagando...

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"Nunca le había gustado encontrarse los billetes de 50 dólares en la mesita del recibidor, al lado de la puerta "de salida". Sólo los nuevos hacían eso. Los otros ya sabían que esos trocitos de papel no eran bien recibidos y por eso, como vulgares sucedáneos de expiación del remordimiento, la colmaban de regalos útiles en su vida pero innecesarios en su corazón. Pero la vida cambiaba y ya no los desenvolvía con la misma ilusión infantil de antaño. "Uno más" -pensaba ella, "es buena, vale lo invertido en el presente" -debían de pensar ellos.
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A los que más temía ella era a esos que se presentaban con una flor, un beso y una promesa de "siempre". Y lo que era peor, con una maldita cajita de 4 cm2 con un lacito rojo en lo alto y un Te quiero adherido. Solo de verlo a ella ya le entraba un ataque de ansiedad interior, un tsunami emocional que se revolvía en la tumba que albergaba en su pecho. Era entonces cuando a ella se le escapaba la rabia acumulada de tantas mentiras y falsedades y les echaba a patadas de su habitación, convertidos sus ojos en autenticos bloques de hielo. Ellos sabían las reglas, nada de falacias, solo la verdad de saberse un rato de alivio nada más. Si no era así y osaban falsear la realidad eran expulsados ipso facto de su cama, como a éste ultimo. Sabía lo que era y para lo que servía, hacía mucho tiempo se lo habían mostrado y no dejaban de repetirselo uno tras otro."
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7 comentarios:

amelche dijo...

Caray...

Striper dijo...

Perdona queria comentar alguna cosa del post pero el cangrejo y aledaños me han distraido.

Mitsu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
TORO SALVAJE dijo...

Más claro no lo podía decir.
Pero es que los hombres...

Besos.

São dijo...

Vim através de nosso querido amigo Pedro Ojeda.

Gostaria de realizar essa caminhada até Santiago, sabes?

E, se permites, aprende mesmo português: é uma lígua bonita e próxima do galego.


Abrazo.

Marina dijo...

Me gusta, me gusta mucho... tengo que leer el resto.
Un abrazo

FrAn dijo...

¿De qué libro es? Es un fragmento genial. Pero la que más pena me da es ella, cerrar el corazón hace demasiadas heridas internas por la coraza que uno se pone.

Besos