Hoy es 16 de Julio y llueve.
Para mi no hay mejor recibimiento al llegar a casa despues de un (pésimo, desganado, aburrido) día de trabajo a las 20.45 hs. Abrir el buzón y ver que hay dos postales esperándome, una de NY y otra de Portugal. Y que empiece a llover. Entonces, lo que pensabas sería un noche de rutinaria desidia se transforma en unas horas de relax total. Enciendo la minicadena, dudo entre Ray Lamontagne, Yael Naim o la siempre placentera Diana Krall. Gana la partida ésta última y sus notas al piano.
El uniforme vuela por la habitación, hasta mañana por la mañana lo quiero fuera de mi vista. Rosa, Rojo, Verde o negra. Nueva eleccion. Esta vez de la kurta, (o salwar-kamiz, como lo dirian en la india, aunque las mias son de Tunez y Egipto)prenda favorita e indispensable al anochecer. En cuanto a la bebida no hay dudas, vino tinto de La Rioja en su copa de 10 cm (aunque un gran catador recomienda la de 6.5, a mi me encanta ésta tan grande). Hoy es el día indicado, a tu salud Principito, abriré la botella que todavía mantenía intacta desde Navidades. mmm, pasó el test, buen vino, gracias!.
También el incienso será el reservado para grandes ocasiones: sándalo. Me quedan pocos, y tengo muchos de otros, pero sin duda el suave olor fragante de este incienso es el ideal para este momento de paz mental en el que me encuentro. (Y prefiero no pensar en otros momentos en los que los encendí,entonces mi relajacíon sufriría una conmoción libidinosa que me impediría seguir con este aturdimiento somnífero).
Jazz... vino... sándalo... poco apetece ahora mismo estudiar oposiciones (las retomo por enésima, no, milésima vez). Para mañana, siempre mañana. Hoy me siento tranquila, relajada, en paz con el mundo, y quiero conservar este momento en mi memoria, para aquellos dias en los que no encuentre motivos para levantarme de la cama y echar a andar... Si las nubes me lo permiten en un ratito saldré a mi terraza y contemplaré mis constelaciones, aquellas que me guiñan el ojo cada noche cuando les saludo en su deambular nocturno. Entonces ya sería el colofón a una deprimente mañana pero con un atardecer que me ha arreglado el día.
(Cinco minutos de conciencia y tu percepción de la vida cambia. Hay veces que me asombra el poder de la mente.)