11. MIÉRCOLES 25: MEALHADA - ÁGUEDA (25,1 km). Décimo Día. "jornada de ellos".
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Hoy no sé si escribir o pasar de este diario y echarme a llorar directamente. Ayer, de los peores Bombeiros Voluntairos hasta la fecha. Dormí en el pavellón municipal sobre un colchón del cual no distinguía el color, en el primer piso. Todo por enmedio, descolocado, sucio, oscuro... y grande y solitario. Daba miedo caminar entre tantos trastos, tanto que ni me atreví a ir al baño sola en la madrugada. Antes orinaba en el colchón (total, tampoco se le notaría mucho) que moverme de allí donde estaba. Y claro, aparecieron mis fantasmas. Por primera vez me pregunté que diablos hacía yo, deambulando por Portugal, durmiendo en sitios como ése sin poder ducharme ni comiendo bien (hablo de calidad, no cantidad). Y con ampollas en los pies. No creí haber pecado tanto como para cumplir tanta penitencia.
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Día siguiente: 25 de Noviembre "Santa Catalina". Pues si pensaba que no podía ser peor... Hoy la guinda. 06:30 hs en camino, todavía de noche, y sin poder ver las flechas. No vuelvo otro día a salir antes de las 07:30 hs de la mañana. Prácticamente asfalto de nuevo, así que han aparecido los dolores de nuevo. Y la etapa de hoy entre 25-30 kms. Benditas las madarinas que me regala (que sutil me he vuelto) el camino. A media mañana he perdido el rastro de las flechas (mal señalizadas y falta de ellas), así que no he tenido otro remedio que coger carretera dirección Águeda: 15 km por nacional de cuatro carriles. Puro asfalto bajo mis pies. Mis dedos y sobretodo mis talones echaban fuego. Me ha empezado a doler hasta la cabeza despues de cuatro horas escuchando los coches pasando a cien por hora casi rozándome. -un inciso para decir que estoy un poco preocupada, es la segunda vez que noto que me mareo. Son solo breve instantes, pero acabo desorientada por unos minutos. Y no es por falta de comida. Lo achaco al cansancio, ya son diez dias y los 250 kms ya andados empiezan a hacer mella física y psicológicamente. "Dilo claro, Metis, estás reventada".-
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A lo lejos veo Águeda... y empieza a llover copiosamente. Y sin tener refugio ni donde dormir. En la guía que me regaló un antiguo amigo y que me sirve para orientarme, del Pais Aguilar, dice que en la entrada del pueblo hay un sitio de hospedaje a peregrinos por 10 euros. Ni me acerco a los Bombeiros Voluntairos a suplicar (ya me habían dicho que NO), con esta lluvia y sin saber donde están... Me encuentro de bruces con esa "pensión" y pido habitación. Sin problema, el sitio es un poco raro, pero después de donde he dormido últimamente no me ando ya con remilgos. Y como digo, siempre puede ser peor. Caminando por el pasillo y viendo dos huéspedes me doy cuenta de donde me he metido. Esas luces de neón...es una especie de puticlub. Dios mío de mi vida lo que me queda por pasar todavía. Todo junto empieza ya a quemar en mi mente. Y mañana toca casa parroquial, ¡qué ironía!.
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Son las 15:15 hs, está lloviendo, no puedo salir a la calle y se me acaba de fundir la luz de cuarto. Escribo todo ésto antes de quedarme a oscuras. Por primera vez en este viaje tengo ganas ya de volver a casa, ponerme mis velas e incienso, una duchita calentita, encender mi chimenea y tomarme una copita de buen vino tinto...Así debería estar pasando mi santoral y no como estoy ahora,echada en una cama de la que prefiero ni pensar y reprimiendo las lágrimas. Gracias Mitsu por hacer que la tarde "mejorara". Mañana será otro día (espero).
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Hoy no sé si escribir o pasar de este diario y echarme a llorar directamente. Ayer, de los peores Bombeiros Voluntairos hasta la fecha. Dormí en el pavellón municipal sobre un colchón del cual no distinguía el color, en el primer piso. Todo por enmedio, descolocado, sucio, oscuro... y grande y solitario. Daba miedo caminar entre tantos trastos, tanto que ni me atreví a ir al baño sola en la madrugada. Antes orinaba en el colchón (total, tampoco se le notaría mucho) que moverme de allí donde estaba. Y claro, aparecieron mis fantasmas. Por primera vez me pregunté que diablos hacía yo, deambulando por Portugal, durmiendo en sitios como ése sin poder ducharme ni comiendo bien (hablo de calidad, no cantidad). Y con ampollas en los pies. No creí haber pecado tanto como para cumplir tanta penitencia.
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Día siguiente: 25 de Noviembre "Santa Catalina". Pues si pensaba que no podía ser peor... Hoy la guinda. 06:30 hs en camino, todavía de noche, y sin poder ver las flechas. No vuelvo otro día a salir antes de las 07:30 hs de la mañana. Prácticamente asfalto de nuevo, así que han aparecido los dolores de nuevo. Y la etapa de hoy entre 25-30 kms. Benditas las madarinas que me regala (que sutil me he vuelto) el camino. A media mañana he perdido el rastro de las flechas (mal señalizadas y falta de ellas), así que no he tenido otro remedio que coger carretera dirección Águeda: 15 km por nacional de cuatro carriles. Puro asfalto bajo mis pies. Mis dedos y sobretodo mis talones echaban fuego. Me ha empezado a doler hasta la cabeza despues de cuatro horas escuchando los coches pasando a cien por hora casi rozándome. -un inciso para decir que estoy un poco preocupada, es la segunda vez que noto que me mareo. Son solo breve instantes, pero acabo desorientada por unos minutos. Y no es por falta de comida. Lo achaco al cansancio, ya son diez dias y los 250 kms ya andados empiezan a hacer mella física y psicológicamente. "Dilo claro, Metis, estás reventada".-
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A lo lejos veo Águeda... y empieza a llover copiosamente. Y sin tener refugio ni donde dormir. En la guía que me regaló un antiguo amigo y que me sirve para orientarme, del Pais Aguilar, dice que en la entrada del pueblo hay un sitio de hospedaje a peregrinos por 10 euros. Ni me acerco a los Bombeiros Voluntairos a suplicar (ya me habían dicho que NO), con esta lluvia y sin saber donde están... Me encuentro de bruces con esa "pensión" y pido habitación. Sin problema, el sitio es un poco raro, pero después de donde he dormido últimamente no me ando ya con remilgos. Y como digo, siempre puede ser peor. Caminando por el pasillo y viendo dos huéspedes me doy cuenta de donde me he metido. Esas luces de neón...es una especie de puticlub. Dios mío de mi vida lo que me queda por pasar todavía. Todo junto empieza ya a quemar en mi mente. Y mañana toca casa parroquial, ¡qué ironía!.
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Son las 15:15 hs, está lloviendo, no puedo salir a la calle y se me acaba de fundir la luz de cuarto. Escribo todo ésto antes de quedarme a oscuras. Por primera vez en este viaje tengo ganas ya de volver a casa, ponerme mis velas e incienso, una duchita calentita, encender mi chimenea y tomarme una copita de buen vino tinto...Así debería estar pasando mi santoral y no como estoy ahora,echada en una cama de la que prefiero ni pensar y reprimiendo las lágrimas. Gracias Mitsu por hacer que la tarde "mejorara". Mañana será otro día (espero).
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(Miércoles, 25/11/2009)
un cruceiro bonito en el camino
descansando un poco, y vigilando que no salga humo de los zapatos
la "pension". de primeras, ¿nadie lo hubiera dicho, verdad?.
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7 comentarios:
Tendrás que llevar linterna para poder leer o escribir a oscuras... ¿Esa es la pensión? Cualquiera lo hubiera dicho... con la buena pinta que tenía por fuera.
Me encantan tus aventuras de peregrina un beso.
Sinceramente las pasaste de todos los colores, mi "camino" sólo fue cansado, y gratificante.
Gracias por tus palabras, y te devuelvo la frase: "siempre haya alguien en algún instante de su vida, nos acompaña aunque sea unos momentos de nuestro camino".
Y no olvides ser feliz
Metis! Te voy siguiendo...
besos!
Joder, joder, joder....
Ni loco.
Besos.
Los lugares más insospechados y más normalitos sacan su lado infernal al caer las luces...
D.
PD: Si sobreviviste a esto ya nada te puede afectar...
¿La lista de los futuros o los pasados?
Que bueno es poderlo contar, esos dias me acordaba de ti, me alegra saber que estas en forma:)
Una abraçada
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