viernes, 30 de julio de 2010

repetición

 
Empiezo a notar sutilmente el molesto martilleo en la zona lateral de mi cabeza. Oigo como bombea mi corazón estrepitosamente en mi pecho. Reconozco los síntomas y me preparo para lo que se avecina. Intento controlar mi respiración inhalando más pausadamente pero imposible centrarme en ello cuando mis ojos empiezan a buscar desesperadamente por todos los rincones de su campo de visión. Otra vez no, por favor. Me pregunto que les ha fortalecido tanto a Ellos para que vuelvan a provocarme esta pérdida de control de mi cuerpo. Me siento como un pez fuera del agua buscando desesperadamente un poco de aire. 

Mi pecho empieza a convulsionarse interiormente. Debo controlarme como pueda, no puedo dejarme ganar de nuevo en esta batalla tan sobradamente librada anteriormente. Quiero gritar pero si lo hago sé que estoy perdida, entonces no habrá control sobre el torrente de lágrimas que aguardan su turno de aparición. ¿Cuándo acabará esta sensación de autocompadecencia, de rabia contra la vida y sobretodo contra mi misma por estar viviendo este presente?

Pienso en mi madre y por ella hago el esfuerzo sobrehumano de calmarme. Prefiero mil veces este dolor que el que le causaría a ella si Ellos consiguieran algún día ganarme la guerra. Ya llegará mi momento aunque tenga que esperar unos cuantos años.

29/07/2010
15.30 hs



6 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Espero que Ellos den media vuelta y se alejen.
Ojalá que para siempre.

Besos y fuerza.

Arkadas de Hipokresia dijo...

Es exactamente cómo me siento (cambiando el plural por un singular). Gracias

amelche dijo...

Quizá deberías llorar un poco, a veces relaja y te sientes mejor después. Cuídate, un abrazo.

Me voy mañana a Irlanda. Nos vemos a la vuelta.

escorpiona dijo...

Mucha fuerza...

Saludos guapa

Chau

francesc dijo...

Seguro que un día llegara tu momento, pero no esperes sentada.
Una abraçada

Paraqué dijo...

ellos hacen florecer lo que hay dentro de ti