
CUATRO dias... tan solo cuatro para mi día mas esperado del año... ¿ y por qué no siento emoción alguna esta vez? Poco me importa que sean 2, 4 ó 50... Será que ya no tiemblo de emoción al imaginarme poder al fin descansar despues de siete meses y medio de trabajo continuado. Si lo pienso incluso esta vez lo echaré de menos, al menos estando alli con Zerezade me sentía menos sola, más arropada, peleando ambas codo a codo con mis fantasmas... Cada año lo mismo, ciclos que se repiten sin dejar huella en la memoria, hastiada de dar vueltas en la misma rueda estación tras estación, reloj obstruido en el mismo minuto, segundo tras segundo. Y la pregunta de ayer repitiendo su eco entre los engranajes de mi mente. No sé si hoy variaría su respuesta. Por mi bien espero que no.
.
Ni mi inminente marcha peregrina me saca hoy de mi apatía. Me siento anestesiada de la vida, contemplandola desde afuera de mi cuerpo, sin participar en nada que acontezca a mi persona. Poco importa hoy por donde me vengan los palos, dejare que arrecien sobre mi como siempre y esta vez no encontraran ni la mirada prepotente a la que estan acostumbrados.
Hoy no tengo ganas de bailar.
. .
.
Ni mi inminente marcha peregrina me saca hoy de mi apatía. Me siento anestesiada de la vida, contemplandola desde afuera de mi cuerpo, sin participar en nada que acontezca a mi persona. Poco importa hoy por donde me vengan los palos, dejare que arrecien sobre mi como siempre y esta vez no encontraran ni la mirada prepotente a la que estan acostumbrados.
Hoy no tengo ganas de bailar.