hermano

Hoy que ya no vienes te echo en falta. Me había acostumbrado a llegar cansada a casa por la noche, después de un largo día de trabajo y encontrarte tumbado en el sofá, agarrado a mi mando de la tv y viendo la peli de turno. Ahora no estás y me siento sola, me falta algo, me parece escucharte acordando qué desayunamos mañana... Y todo por una semana que te he acogido en mi casa. Si llegas a estar más...

Y pienso en ti y vuelvo a mi infancia, cuando teniendo tres años lograste solo tú convencerme de dejar el chupete, algo impensable de lograr para mis padres. Eso sí, a base de engaños, diciéndome que si lo tiraba al retrete saldría un payaso y ahí me quedé esperando y viendo como mi chupete flotaba y flotaba por más que hicieran correr el agua. Me tiré tres dias en el baño mirándolo..

Y recuerdo las navidades en las que soliamos pasar las tardes jugando bajo la mesa que sostenía el arbol de navidad, encima que una manta que mi madre preparaba para que yo jugara, y ese era mi refugio y tú entrabas en la casita para jugar conmigo y con Bullitt, ese muñeco que tú me trajiste de holanda cuando yo contaba seis años y que aún conservo a mi lado, ...

Y de como yo sabía que siempre tendria chuches, porque cada día, cuando llegabas a casa, después de tu trabajo y metías tu mano en tu bolsillo del pantalón, tuvieras el dinero que tuvieras, todas las monedas eran para mi, hubiese diez o mil pesetas..

Y recuerdo como solías llevarme a los partidos de fútbol, sin ningún tipo de verguenza por ir acompañado de una niña, hasta que un día me tuviste que separar de un tipo que no hacia mas que insultar al arbitro y yo me puse hecha un furia y me acordé de todos sus antepasados. Entonces tuviste que parar el partido para venir a calmarme y decirme que estabas acostumbrado a eso. Tú eras el árbitro.

Y es que todos mis recuerdos de mi infancia van ligados a ti, a tenerte siempre cerca, dándome todo el cariño que no recibía de los otros tres hermanos, indiferentes a la hermanita pequeña que tenía un caracter indomable.

Hoy me alegro mucho por tí, porque tus aguas vuelven a su cauce, yo solo he sido un riachuelo por unos dias. Te echaré de menos en casa hermanito.

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