repetición

 

Empiezo a notar sutilmente el molesto martilleo en la zona lateral de mi cabeza. Oigo como bombea mi corazón estrepitosamente en mi pecho. Reconozco los síntomas y me preparo para lo que se avecina. Intento controlar mi respiración inhalando más pausadamente pero imposible centrarme en ello cuando mis ojos empiezan a buscar desesperadamente por todos los rincones de su campo de visión. Otra vez no, por favor. Me pregunto que les ha fortalecido tanto a Ellos para que vuelvan a provocarme esta pérdida de control de mi cuerpo. Me siento como un pez fuera del agua buscando desesperadamente un poco de aire. 

Mi pecho empieza a convulsionarse interiormente. Debo controlarme como pueda, no puedo dejarme ganar de nuevo en esta batalla tan sobradamente librada anteriormente. Quiero gritar pero si lo hago sé que estoy perdida, entonces no habrá control sobre el torrente de lágrimas que aguardan su turno de aparición. ¿Cuándo acabará esta sensación de autocompadecencia, de rabia contra la vida y sobretodo contra mi misma por estar viviendo este presente?

Pienso en mi madre y por ella hago el esfuerzo sobrehumano de calmarme. Prefiero mil veces este dolor que el que le causaría a ella si Ellos consiguieran algún día ganarme la guerra. Ya llegará mi momento aunque tenga que esperar unos cuantos años.

29/07/2010

15.30 hs

vuela tú que yo no puedo

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Bienaventurado áquel que todavía creo en sueños,

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pues de él es el reino de las ilusiones perdidas

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agárrame

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Me encanta ver a dos personas cogidas de la mano. Me parace la máxima expresión de complicidad en una pareja. Ya sea agarradas fuertemente las palmas, entrelazados los dedos o el simple contacto de los meñiques. Es el hecho de querer buscar la piel del otro, la necesidad de sentir su contacto cercano, saber que van en la misma dirección y además querer hacerlo juntos.

Y me deleito viendo a una pareja de vecinos mios de avanzada edad pasear tan felices agarrados de la mano. Me pregunto si a mí, a esa misma edad, tambíen alguien me cogerá con el mismo cariño para que camine a su lado...

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fuego

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"   No hay fuego suficientemente grande

que en la distancia no se vislumbre

una simple llama".

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divangando...: semilla

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La semilla de la Duda que Ellos plantaron empieza a germinar en mi mente y amenaza con dar sus frutos.

Quisiera evitar que floreciera, no tener que soportar su aroma a Mentira y Engaño, dejar que se secaran sus hojas con el sol de la Certeza, pero siempre esos nubarrones oscureciendo mi Seguridad y alimentando con sus gotas esa pequeña simiente fuertemente arraigada en mi interior.

Y sé que al final acabaré teniendo que beberme el jugo de sus frutos y acataré las consecuencias como Adán, y todo por no haber sido capaz de arrancarla de un tirón en cuando la vi brotar en medio de mi Ceguera.

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divagando...: tunel

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Sigo en el tunel.

Llevo andando no sé cuántos días, me duelen los pies, pero todavía me quedan fuerzas para seguir. 

Y es que no ha sido la luz lo que he visto, sino a mi misma sonriéndome y abriendo los brazos para recibirme.

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